Cuenta Juan Merodio que con tres años le regalaron un coche teledirigido y que, en vez de jugar con él, lo destripó para ver cómo funcionaba. Años después, Internet le generó la misma curiosidad y decidió ganarse la vida en la red. Su último proyecto es un Instituto de Marketing online con el que ayuda a otros a saber más sobre herramientas digitales.
«Mi objetivo es que alguien pueda aprender sin que el dinero sea una excusa», asegura este emprendedor, que advierte a quienes no presten mucha atención a temas como las redes sociales: «Si no estás tú, estará tu competencia. Si piensas en el tiempo que pasas tú en redes al día, es lógico pensar que tu cliente hará lo mismo», asegura.