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CELIA FERRERO

2021: Cambios en las prestaciones, ERTE y otras medidas para autónomos

2021: Cambios en las prestaciones, ERTE y otras medidas para autónomos

Febrero llega con muchas novedades para los autónomos tras las últimas medidas aprobadas por el gobierno. Entre ellas se incluyen cuatro nuevas prestaciones destinadas a los profesionales y pequeñas empresas cuya actividad se ha visto directamente afectada por la Covid-19. ¿Quiénes pueden tener acceso a suspensión de cuotas por cese de actividad? ¿Qué documentación debe presentarse para acceder a las prestaciones ordinarias y extraordinarias? ¿Cómo se pueden combinar la actividad y los ERTEs? ¿Qué plazos hay para solicitar las prestaciones? Celia Ferrero, Vicepresidenta Ejecutiva de ATA nos explica las cuatro prestaciones y nos aclara estas dudas en el siguiente vídeo.

*Se puede ampliar la información sobre las cuatro prestaciones aprobadas a través de esta guía de ATA.

LEE aquí abajo la transcripción si quieres ver todos los detalles con detenimiento.

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CELIA FERRERO

Vicepresidenta Ejecutiva de ATA

Ferrero es licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación por la Universidad Católica de Lovaina (UCL) y diplomada en Ciencias Humanas por la Universidad Complutense de Madrid. Con más de 15 años de experiencia en organizaciones empresariales en diversos puestos de responsabilidad, Celia es actualmente la Vicepresidenta Ejecutiva de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

TRANSCRIPCION

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Celia Ferrero

Febrero llega con muchas novedades para los autónomos, las cuatro principales son las siguientes: la primera es que se suspende la subida de tipos de cotización y, por tanto, la subida de cuotas de los autónomos en 2021, al menos hasta que no se llegue a un acuerdo sobre el salario mínimo interprofesional. La segunda es que el plazo de solicitud de estas ayudas ya no son quince días, sino que se aumenta a veintiún días. La tercera es que se amplían las ayudas existentes hasta el 31 de mayo y la cuarta es que se mejoran estas ayudas y se amplían los supuestos, dando cabida a todos aquellos autónomos que tuvieran una suspensión parcial de la actividad y también eliminando el requisito de que se tenga que haber disfrutado de cualquiera de las ayudas anteriormente para acceder a las nuevas. Existen cuatro prestaciones en la actualidad de las que pueden disfrutar los autónomos que se vean afectados por la pandemia. La primera es la ordinaria especial compatible con la actividad, para la cual habrá que haber cotizado doce meses de prestación por cese de actividad. Las tres siguientes son extraordinarias, porque no se exige ese período de cotización. Estamos hablando de la que lleva la suspensión total de la actividad por la pandemia, para los autónomos nuevos o aquellos que disfruten de la tarifa plana y la tercera para los autónomos de temporada.

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Celia Ferrero

En relación a la prestación ordinaria compatible con la actividad, la novedad es que en vez de tener que acreditar una bajada de ingresos del setenta y cinco por ciento, este porcentaje será del cincuenta por ciento en el primer semestre de 2021 con respecto al segundo semestre de 2019. En el caso de haber estado de alta solo unos meses durante el semestre de 2019, se tendrán en cuenta los mismos meses en el semestre de 2021, de manera proporcional. La otra novedad es que los rendimientos netos en el primer semestre de 2021 no podrán superar los siete mil novecientos ochenta euros. La prestación ordinaria es la única prestación, ahora mismo, compatible con la actividad por cuenta propia y con la actividad por cuenta ajena. Recordar además, que esta prestación es el setenta por ciento de la base mínima y que conlleva que se nos reembolse la cuota de autónomos por parte de las mutuas. Por último, hay que decir que no será exigible para poder acceder a esta prestación que se haya disfrutado de cualquier otra prestación anteriormente. La segunda de las prestaciones es la extraordinaria por suspensión total de la actividad derivada de las restricciones que cualquier administración competente haya impuesto a ese negocio o autónomo. Esta prestación es del cincuenta por ciento de la base mínima y conlleva la exención del cien por cien de la cuota de autónomos. El cincuenta por ciento de esa base mínima podrá ampliarse hasta el setenta por ciento en caso de familia numerosa o ser los únicos ingresos de la unidad familiar. Hay que decir que esta prestación es compatible con la actividad por cuenta ajena, aunque existen límites con respecto a los ingresos que se perciban por ella. Es la única prestación que no requiere acreditar ningún tipo de rendimiento o ingreso.

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En cuanto a la tercera prestación extraordinaria, que es para aquellos nuevos autónomos o autónomos que disfruten la tarifa plana, las modificaciones son las siguientes: en primer lugar, tienen que haber estado de alta antes del 1 de abril de 2021. Para poder acceder a esta prestación, se tendrá que acreditar que los ingresos de 2021, del primer semestre de 2021, sean inferiores a los percibidos en el primer trimestre de 2020, y se elimina así el requisito de una bajada de estos ingresos del cincuenta por ciento. De la misma forma, los rendimientos netos no podrán superar los seis mil seiscientos cincuenta euros en el primer semestre de 2021. Esta prestación es una prestación, básicamente, de transición hacia la ordinaria. Es decir, en el momento en el que cumplamos los requisitos para acceder a la ordinaria, que son haber cotizado doce meses de forma continuada en cese de actividad, tendremos que solicitar esta misma. Esta prestación extraordinaria también es el cincuenta por ciento de la base mínima y también conlleva la extensión del cien por cien de la cuota. La cuarta y última prestación es aquélla destinada a los autónomos de temporada, es decir, aquellos autónomos cuyo único trabajo es el de autónomo durante unos períodos concretos durante los años 2018 y 2019. En concreto, para poder acceder a esta prestación, los autónomos tendrán que acreditar haber cotizado como mínimo cuatro meses y un máximo de seis meses, tanto en 2018 como en 2019. Obligatoriamente dos de estos meses tendrán que haber sido cotizados en el primer semestre de ambos años. Otro de los requisitos es que no se puede haber cotizado por cuenta ajena, en ninguno de esos dos años, más de ciento veinte días, o en el primer semestre de 2021, más de sesenta días.

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Se elimina así la restricción de que este período cotizado tuviese que ser desde junio a diciembre, dejando fuera a muchos autónomos cuya actividad de temporada se concentraba en primavera, es decir, Semana Santa, Fallas o Feria Abril, por ejemplo. Esta prestación es del setenta por ciento de la base mínima y conlleva la exención de la cuota a la Seguridad Social y es compatible con la actividad por cuenta propia, pero no con la actividad por cuenta ajena. Hay que tener en cuenta varias cosas importantes: la primera es que todas las prestaciones deben solicitarse de nuevo a las mutuas. La segunda es que es preferible hacerlo en los veintiún primeros días después del hecho causante, porque así nos computará desde el primer día del mes de febrero hasta el 31 de mayo. La tercera es que hay que recordar que las mutuas a 1 de septiembre revisarán todas las concesiones de estas ayudas, sobre todo de aquellas en las que hay que acreditar rendimientos o ingresos para poder acceder a ellas. Tendremos que tener toda la documentación y modelos fiscales que puedan acreditar. Solo hay una excepción en este caso, que es la prestación por suspensión total, que simplemente requiere que efectivamente aportemos aquella norma que limita nuestra actividad. Por último, si vemos que no vamos a cumplir con alguno de los requisitos que nos exige la prestación que estamos percibiendo, podremos renunciar a ella en cualquier momento antes del 30 de abril, con efectos al mes siguiente. De la misma forma, podremos devolver voluntariamente la cuantía de esas prestaciones sin necesidad de que las mutuas nos las reclamen. Tendremos hasta el 30 de abril para solicitar cualquiera de estas prestaciones. Su duración será máximo de cuatro meses o en su defecto, hasta el 31 de mayo, exceptuando la prestación que conlleva la suspensión total de la actividad por restricciones administrativas.

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