Recibe las novedades del Observatorio Vodafone en tu emailDavid Sáiz y Ana Castán se conocieron a través de Instagram por culpa de una bicicleta. Ni siquiera vivían en el mismo país –David estaba en España y Ana en Holanda– pero se cayeron tan bien que tiempo después decidieron fundar juntos un proyecto que une negocio y compromiso social. Así nació Quiero Una Bici, una empresa dedicada a traer bicicletas de segunda mano de Holanda y venderlas en España.
Dicen que una de las palabras que más tiene que ver con su negocio es «confianza». Y lo explican: «Para que sea rentable, necesitamos comprar al menos 100 bicicletas en cada pedido», por lo que piden a cada interesado un adelanto de 30 euros en concepto de reserva. «Somos transparentes y contamos todo el proceso», aseguran, «pero la gente nos da ese adelanto sin saber si tendrá su bici o no».
