La primera revolución de las cafeteras profesionales fue la de la palanca, después de la de motobomba... y directamente han pasado a la Internet de las Cosas. Y el café de Quality Espresso sigue estando delicioso...
Julián Melbourne, Director de Exportación de Quality Espresso, cuenta muy gráficamente que «la primera revolución de las cafeteras fue la palanca, luego la motobomba y ahora el internet de las cosas». Su compañía es la primera fabricante española de máquinas profesionales de café para bares, restaurantes y hoteles. Exporta a 90 países y lleva más de 50 años en el negocio.
Sus máquinas de café conectadas llevan un chip de Vodafone IoT (Internet of Things, Internet de las Cosas). Este vigila y comunica el consumo de café y agua, y lleva un control de averías. Esos datos llegan a una plataforma común (Quality Espresso Link) donde se monitorizan la información de todas las máquinas que la empresa tiene distribuidas por todo el país. De ese modo sacan conclusiones que les ayudan a mejorar su fabricación y el mantenimiento.
Incluso las máquinas fabricadas hace 15 años (ya electrónicas por entonces) pueden adaptarse al chip de IoT. Algo que corrobora Pere Cornellà, CEO de Cafés Cornellà, una distribuidora de las cafeteras de Quality Espresso, que tiene repartidas por toda España casi 6.000 máquinas cuyo gasto, funcionamiento y mantenimiento controla gracias a este sistema conectado.
