El Observatorio Vodafone de la Empresa


FUNDACIÓN ANAR


Cómo hacer sentir una palmadita de ánimo a través de internet

Cuando en vez de a clientes, uno se dedica a la Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo, llegar a su corazón estando confinados solo podía hacerse gracias a la tecnología Vodafone del Cloud Contact Center, un Data Center y un Contestador que era mucho más que automático

Benjamín Ballesteros, director de programas de la Fundación ANAR, habla de su trabajo como si hablase de su vida personal: con cariño y pasión. Y habla de Vodafone casi como de un buen amigo que le ha echado una mano en el momento en que más lo necesitaba. La fundación lleva en sus siglas las dos cosas, la cercanía y la ayuda: Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo. Y, por ello, no solo vio necesario continuar la labor durante el confinamiento sino que necesitaba estar más disponible que nunca aunque fuera en la distancia. Y Vodafone estuvo con ambos, con ANAR y con los chavales, no solo donando varios ordenadores para mantener conectados a quienes necesitaban una mano amiga, sino aportando cuatro soluciones tecnológicas que el propio Ballesteros reconoce que fueron cruciales para no fallarles nunca: conexión rápida con tarjetas 4G para que trabajaran en casa los asistentes, las posibilidades de la centralita en la nube de Cloud Contact Center, un Data Center donde disponer de todos los archivos de trabajo en remoto, y el muy necesario Contestador Automático de Vodafone, para que siempre hubiese una respuestas al otro.