Las aplicaciones web progresivas tienen lo mejor de una ‘app’ y de una página

Las aplicaciones ofrecen una experiencia de usuario perfecta, a la que las webs en ocasiones no llegan. Pero estas últimas tienen una capacidad de compartirse mucho mayor, y no ocupan tanto espacio en el móvil. Pero, ¿y si pudiéramos combinar las dos? Esto es lo que hacen las aplicaciones web progresivas, PWA por sus siglas en inglés. Tienen varias ventajas sobre las aplicaciones. Por ejemplo, ya que se renuevan en la nube, no es necesario actualizarlas una y otra vez. Además, se bajan muy rápido y ocupan hasta cien veces menos espacio. Se adaptan a cualquier dispositivo, y se comparten de forma muy fácil, enviando una url, sin la necesidad de pasar por una plataforma. Respecto de las aplicaciones web al uso, tienen la ventaja de que la experiencia del usuario es mucho más rica, casi como la de una app, pudiendo funcionar además offline.

Las aplicaciones web progresivas están haciéndose un hueco en dispositivos móviles y tablets a una velocidad de vértigo. Pero lo más probable es que no substituyan a las aplicaciones, al menos a medio plazo. Hay funcionalidades que todavía las PWA no soportan, además de su limitación en todo lo relacionado al rendimiento del hardware. Pero hay situaciones en las que PWA se presenta como una gran alternativa. Especialmente en las economías emergentes, en las que la conexión a internet es más intermitente, y donde los dispositivos no tienen tanta memoria; o también para aquellos momentos en los que no hacemos un uso excesivo de consulta a la app.