El farmacéutico atiende, el robot va a por las medicinas

Las farmacias son un caso especial: parecen un pequeño comercio (y lo son por tamaño) pero tienen unas dificultades administrativas muy superiores a otros, porque están entre a Administración del Estado y la puntera industria farmacéutica.

Por otro lado, y de cara al cliente, las oficinas de farmacia pierden mucho tiempo en el simple hecho de localizar un medicamento, un tiempo que, según los implicados, es precioso para poder atender mejor al paciente que se acerca a comprar.

Hablamos con Ignacio Barcala, director comercial de una potente compañía de robotización de establecimientos, con Luis Arimany (Evolufarma), creador de un ‘software’ específico para digitalización de farmacias, y con dos propietarias de sendas farmacias.